Que nuestras viviendas sean sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, y que su diseño arquitectónico favorezca el contacto social comunitario y con el barrio en el que se asienten.
Prestar especial atención tanto a las enfermedades como a lassituaciones de dependencia de los miembros del colectivo, utilizando las prestaciones públicas que correspondan en cada caso y ayudando de forma solidaria a quienes las padezcan.
Construir un complejo residencial donde envejecer de manera activa y saludable.
Vivir en apartamentos individuales de unos 55 metros cuadrados y equipamientos comunitarios, como extensión de la vivienda privada, compaginando la economía individual y los gastos comunes compartidos.